¿Cuando y por qué consultar?
Por siglos el ser humano ha dejado afuera lo
diferente, lo que no se entiende; simplemente porque no puede haber sociedad
sin margen, sin límites, donde ciertas cosas quedan dentro y otras afuera. Una
de las cosas que siempre ha quedado fuera, es la enfermedad. Desde aquí que aun sea visto
con cierto temor la necesidad de consultar a un terapeuta. Por la amenaza de
discriminación.
La
psicología nace en un contexto histórico que pretende profundizar en lo que
internamente o psíquicamente nos sucede. Había que comprender como se alteraba
lo psíquico y de qué manera era posible revertir lo que se había
trastornado. Sin embargo, con la
maduración de la investigación, hoy sabemos que pasar de un polo más sano a
otro más enfermo es más común de lo que creíamos. De este modo, si
reflexionamos sobre lo que buscamos a través de la consulta psicológica y la psicoterapia, a todos nos resonará
familiar el proceso del que hablamos.
Constantemente,
y a lo largo de la vida, vivimos procesos cíclicos en donde pasamos de un
periodo de tensión, conflicto y estancamiento, a otro de armonía, bondad y
tranquilidad. El paso del primero al segundo, se vive como una
revelación de algo grande, que alivia en el sentido de la recuperación del
equilibrio, y que da una nueva perspectiva a la forma en que anteriormente se
percibía la vida. Cuando esto ocurre, dejamos la usual exigencia de una vida
irreversible comandada por la inmediatez, la sensación de perder el tiempo (cronológico),
etc. y damos paso a la comprensión, que a grandes rasgos, la entrega el orden y
el reconocimiento de la forma en que pensamos y sentimos lo que vivimos.
¿Por
qué transitamos de este modo cíclico y no nos mantenemos en equilibrio
constante? Básicamente, porque vamos
viviendo transformaciones en nuestra vida que nos permiten crecer, resolver
asuntos pendientes y reinventarnos. El que percibe la vida en forma lineal es
el Ego, sin embargo, los seres humanos crecemos y poseemos una tendencia innata
a cambiar, y ese proceso es cíclico. La experiencia del conflicto estimula la
búsqueda de una solución, de una transformación, que solo se encuentra en el
nuevo significado.
De eso
hablamos cuando hablamos de terapia psicológica, consultar es pedir ayuda para
salir de un estado de estancamiento y pasar a otro de fluidez. Es dedicarle un
momento a los problemas y dolores que nos aquejan, ahora, en compañía de un
otro, para lograr una perspectiva y un orden distinto. Esto nos permite
aclarar, dar nuevo sentido y crecer.
La
psicoterapia, a diferencia de la consulta psicológica, es un proceso más
extenso y profundo mediante el cual, en compañía de un(a) especialista, se avanza
hacia el reconocimiento y el desarrollo de habilidades para enfrentar de otro
modo la experiencia. El objetivo de la psicoterapia también es comprender y
dar nuevo sentido al sufrimiento, al estancamiento. La diferencia radica en la fijación de
los síntomas o el malestar.
Es así que la
consulta psicológica y la psicoterapia
apuntan -desde nuestra mirada- al proceso de dar luz a algo que esta
ensombrecido. Después
de todo estamos hablando de ese proceso cíclico, natural en donde constantemente
nuestra vida se altera, se oscurece y se vuelve a iluminar.
Consultamos
cuando no logramos pasar al siguiente ciclo. Cuando el malestar se instala en
nuestras vidas. En esta dimensión de fluidez - estancamiento encontramos distintos
niveles y la psicología no es exclusiva de ningún polo, apunta más bien a la
posibilidad de ofrecer ayuda desde una relación terapéutica. Comunicando
lo consciente y lo inconsciente.